LA
DESPARASITACION DE NUESTRO PAJAROS
Por Alfonso Babra
LOS CANARIOS Y LOS PARASITOS
EXTERNOS
Se aproximan los calores estivales y
con ellos hará aparición la actividad de los parásitos externos, que tantos
perjuicios daños causados en los nidos, departamentos de vuelos y jaulas de
canarios.
Los parásitos externos
de los pájaros son artrópodos que se alimentan de sangre o de partes de pluma y
piel, siendo capaces de producir trastornos de variable importancia que puede
llegar a causar la muerte del pájaro, cuando la infestación es masiva.
Otra actividad nociva,
que ejerce en un colectivo de pájaros, es la de su carácter de transmisor de
enfermedades infecciosas – tanto por sus condiciones de (hospedería) donde se
efectúan los procesos evolutivos de los agentes microbianos patógenos.
Para una más fácil compresión del
tema, dividiremos los Ectoparásitos de los pájaros de jaula en dos grandes
grupos: Los Hematófagos devoradores de sangre y los Malófagos o devoradores de
plumas y piel.
EL ACARO O PIOJO
ROJO.
El acaro rojo es un
chupador de sangre, pertenece al grupo de los Gamitidos y se le conoce
generalmente con el nombre “Dermanyssus avían” Posee un marcado dimorfismo
sexual, por cuando los machos mide aproximadamente 0,6 mm, de longitud,
mientras que las hembras alcanzas los 0, 8 mm.
Cuando están en
“ayunas”, tiene un color grisáceo y poseen una forma ovalada, mientras que, una
vez han ejercido su función de (vampiros) adquieren un rojo oscuro y tienen
forma esférica.
Se reproducen por
huevos que colocan las hembras adultas en las fisuras de los nidos, jaulas,
paredes, etc., en número de tres a siete cada semana, hasta un total de unos
cincuenta, en dos meses que es la duración de su ciclo reproductor. Si la
temperatura ambiental oscila entre los 15 y los 35 grados centígrados las
larvas salen de los huevos entre los 2 o 4 días después de la puesta,
efectuando con gran rapidez a las treinta y seis horas de vida una muda que las
transforma en ninfas que de inmediato se dedican a chupar la sangre de los
pichones y de los pájaros adultos, alcanzado la madurez sexual a los nueve días
de vida, que es cuando empiezan a reproducirse.
A la temperatura que
hemos indicado, las experiencias realizadas por VOOD prueban que, en ocho semanas,
una sola hembra de Piojo Rojos es capaz de haber producido, de acuerdo con la
programación (macro demográfica) de su ciclo reproductor ¡unos dos mil nuevos
parásitos!
SINTOMATOLOGIA DE PARASITACION
Los sintomas que
presentan los pájaros afectados por la parasitación de estos < vampiros>
es clara y concreta para todo criador medianamente observador. Se muestran
nerviosos, inquietos, se rascan continuamente, con su pico revuelven el
plumaje, las hembras saltan muy a menudo del nido, abandonando huevos o
pichones al no poder resistir las molestias que les ocasionan los piojillos.
Donde de forma especial
se observan la presencia de parásitos es en el nido cuando hay pichones de
pocos días de vida, ya que van quedando exangües, pierden su color rosado para
volverse pálidos – casi blancos—por la anemia aguda que se produce la succión
de su sangre por los ácaros.
Si existe una
parasitación masiva, los abandonará totalmente, pudiéndose observar, inclusive
a pleno día, cómo los piojillos recorren el cuerpo de sus víctimas, que suelen
morir irremediablemente.
LOS TRATAMIENTO
El más eficaz
tratamiento de las parasitaciones externas son las medidas profilácticas y la
higiene más escrupulosas, implantadas en el aviario como norma habitual. El
cuidador y criador de pájaros, que durante todo el año mantenga limpias y
desinfecta-das sus instalaciones, jaulas, utensilios, facilite con regularidad
baño ( al menos una vez por semana ) durante todas las estaciones, efectúe
pulverizaciones o nebulizaciones con un insecticida para uso ornitológico,
evitará por la acción concertada de estas medidas sanitarias preventivas, la
presencia de Ectoparásitos en sus instalaciones y en sus pájaros, pues romperá
el ciclo evolutivo; < huevo- ninfa- ácaros,>con lo que hará imposible
su existencia y propagación.
En el supuesto de que
no se hubiesen adoptado estas medidas y el criador observase la presencia de
parásitos en sus jaulas, procederá como primera medida a someter a ebullición
durante tres o cuatro minutos los nidos, los porta – nidos y demás accesorios
que por su calidad puedan ser sometidos a la acción del calor. Por otra parte,
procederá a efectuar pulverizaciones o nebulizaciones directamente sobre el
pájaro con un insecticida de uso ornitológico, así como en las hendiduras de
las jaulas, paredes, saltadores, nidos, etc.
CONCLUSION
Trataremos en
otra ocasión de los Ácaros Malófagos, que viven sobre las plumas y piel,
masticando únicamente las bambulas de las plumas u otros materiales dérmico,
así como nos adentraremos en el campo de los Parásitos Internos.
Terminemos, pues,
diciendo que con el uso de insecticidas especiales para ornitología y
atendiendo escrupulosamente las instrucciones para su empleo, se eliminan de
forma relativamente rápida y eficaz toda clase de piojillos, ácaros y demás
parásitos de los pájaros, sin olvidar, como ya hemos dejado indicado
anteriormente, que el mejor tratamiento consiste en prevenir, mediante una
higiene escrupulosa, una profilaxis estrictamente controlada y una medidas sanitarias
de orden general, la aparición de esos temibles se hacen cada día más
virulentos y resistentes.